Aparece El Jinete insomne en un momento dramático del devenir social, económico y político de Cerro de Pasco. Coyuntura no advertida o conscientemente disimulada, ante la ilusión que va creando la prensa acólita de la globalización. Lo cierto es que el pueblo de Pasco, se reduce en sus posibilidades, tornándose en la cenicienta del sistema. Esta coyuntura puede caracterizarse – entre nosotros- por la carencia de una brújula política que asegure el destino colectivo. Privados de un derrotero que asegure niveles comprobables de desarrollo, nos hemos mimetizado con la rutina, participando por hábito o instinto de conservación en la democracia formal, que nos viene destruyendo. El grado de conciencia social se debilita. Este mal entre los cerreños, parece inveterado. Nadie puede, con lucidez y objetividad explicar cuándo tuvo origen y por qué ha sido la sombra de nuestro devenir histórico.
No existe, en la hora presente, en el universo centro andino un espacio como Pasco donde se ha detenido el espíritu de superación. Por ello, es allí donde es urgente el trabajo consciente y creativo. Solo así podremos superar las múltiples carencias que nos agobian. De las tareas que se requieren para superar la abulia, la rutina e indiferencia que nos caracterizan, Los que animamos este mensuario, hemos escogido el difícil campo de la cultura, para sentir que estamos vivos.
La cultura, concebida como el conjunto de bienes que el hombre ha creado para que su especie no desaparezca, entre nosotros, es un quehacer venido a menos. La creatividad – Tecnológica y artística – está paralizada; el arte - en sus diversas expresiones – sufre una involución; los niveles de criticidad –pan fecundo que puede despertar la inteligencia y el espíritu– no existe; aquí el fértil trabajo innovador en todas las esferas de la cultura, se halla congelado. Los escasos intentos de innovación, ocurren como milagro; las pocas obras que se crean, son acalladas, distorsionadas e ignoradas por la mediocridad y la envidia.
En esta realidad qué futuro positivo podemos legar a las generaciones venideras?... ¿Cómo vamos a ingresar al “mundo competitivo y globalizado” si nos alimentamos de productos banales de segundo orden?... Acaso, nos hemos preguntado, cómo va la educación en Pasco sus diversos niveles y modalidades?... como esta son muchas las interrogantes que nos plantea la realidad cultural.
Sin ánimo de fungir de redentores ante la anemia cultural que padecemos, deseamos decir nuestra palabra, sugerir soluciones, señalar caminos que nos conduzcan a cambiar este desierto donde los espíritus se reblandecen y se secan.
Es hora de cambiar, de volver a atizar el fuego de la creatividad que la abulia, la miopía y los intereses personales han llenado la ceniza. Encender esa esperanza es la misión de El jinete insomne.
